El Parque Nacional Canaima, el más grande y uno de los más sobresalientes del Sistema de Parques Nacionales de Venezuela, fue decretado el 12 de junio de 1962. Ocupa una superficie de 3.000.000 has.
El Parque Nacional Canaima ubicación, al sur-oeste del rio Orinoco, en la región fisiográfica conocida como tierras altas de Guayana, en jurisdicción de los Distritos Piar y Roscio del Estado Bolívar.
El relieve presenta características notables y cuenta con elementos únicos de grandiosidad y belleza, no sólo en el país sino también en el resto del mundo. El área del Parque forma parte, desde el punto de vista geológico, del Escudo Guayanés, cuyas rocas son las más antiguas de todo el país. La estratigrafía está definida por la formación Roraima integrada básicamente por areniscas, cuarcitas, lutitas y conglomerados.
El paisaje está dominado en la parte occidental por la impenetrable selva característica del Escudo Guayanés, y en la oriental por la Gran Sabana. A lo largo y ancho de la superficie del Parque destacan impresionantes formas tubulares de altas mesas y mesetas que se levantan abrupta y espectacularmente, bordeadas por paredes verticales policromas, con una vegetación diferente en su cima. Esta curiosa formación orográfica es la más característica del Parque, y se conoce como Tepui – (tepuy), nombre dado por los aborígenes que habitan la zona.
Los tepuis constituyen auténticas islas ecológicas, ya que la altura y el mismo aislamiento han hecho que cada uno de ellos presente características propias. Las plantas epífitas, concretamente las orquídeas, son allí muy abundantes debido a la gran humedad y cantidad de agua existente. También es muy característico en las cimas y laderas superiores de ellos la presencia de bosques enanos que no superan los diez metros de altura, y aparecen con frecuencia con sus troncos inclinados y sus raíces aéreas entrelazadas.
Los tepuis más sobresalientes son el Auyán-tepui, con una superficie de 700 km2, el Iru-tepui, el Chimanta-tepui y Akopán-tepui.
Del primero surge el famoso Salto Angel (Kerepakupai Merú), una belleza natural incomparable, que proyecta su caída libre de agua a más de 1.000 m., y del segundo el Salto Kukenán. Junto a estos baluartes de la naturaleza, destacan dentro del Parque los amplios valles excavados por la acción de las principales cuencas fluviales. Los más importantes son los de Kamarata, Kukurital, Kua-na, Alto y Bajo Carrao y Akanán.
Además de las dos grandes cataratas, la del Salto Angel (Kerepakupai Merú) y la del Kukenán, que son la primera y la segunda más altas del mundo, en el Parque hay otras de menor altura, entre las que se destacan el Chinak-merú o Salto Aponwao, Torón-merú, Pareu-merú, Kamá-merú, Ivara-merú, Epopa-merú, Aparurén, Aicha-merú y Techinek-merú. En el lenguaje pemón, dialecto de los pobladores autóctonos de la región, la expresión «merú» significa «salto de agua».
Hidrográficamente el área del Parque pertenece a la Región de la Guayana Oriental, donde el principal recolector del drenaje natural es el río Caroní. El Parque protege la totalidad de su cuenca en la margen derecha, donde destacan los ríos Carrao, Urimán, Acapará, Caruay, Aponwao, Yuruani y Kukenán.
El río Caroní antes de su desembocadura en el Orinoco, alimenta el lago artificial más grande del país: el Gurí, embalse de agua represado para la producción de energía en nuestro mayor complejo hidroeléctrico. El Parque está bajo la influencia del clima ecuatorial, es decir, sometido a fuertes precipitaciones repartidas durante todo el año, temperatura con poca variación anual, insolación constante y ausencia de estacionalidad. El periodo de mayor pluviosidad es entre mayo y noviembre, y el menor entre diciembre y abril.
🏕 Especies vegetales del Parque Nacional Canaima
El Parque Nacional Canaima, además de ofrecer un escenario de maravillosos paisajes, se caracteriza por su flora única y peculiar desarrollada sobre suelos generalmente muy ácidos (ph 3-4), derivados de la descomposición de rocas de arenisca de la Formación Roraima durante un período de millones de años. En él ha evolucionado un tipo de vegetación particular que manifiesta su expresión más típica en las cumbres de los tepuis.
La vegetación de esta región es el resultado de un largo proceso de adaptación a las condiciones ambientales presentes, caracterizadas por una pluviosidad generalmente acentuada, pronunciadas oscilaciones de temperaturas y elevada acidez de los suelos, pero tal vez el factor más importante está representado por el aislamiento geográfico de esta flora con la del resto del país, debido a la serie de circunstancias geológicas del pasado que dieron lugar a un proceso evolutivo muy intenso y diversificado, con el consiguiente surgir de un gran número de especies nuevas y endémicas. Este fenómeno de aislamiento es particularmente pronunciado en la flora de las cumbres de los tepuis.
Las áreas del Parque situadas en las elevaciones más bajas, entre los 300 y los 900 m., están cubiertas por grandes extensiones de sabanas abiertas (Gran Sabana). Estas sabanas son atravesadas, a menudo, por ríos y riachuelos bordeados de selvas de galería y bosques ribereños, en los cuales se localiza una gran variedad de árboles, arbustos, bejucos y plantas epífitas, y especialmente la palma moriche.
Sobre las planicies elevadas situadas entre los 1.000 y los 1.300 m., se notan fácilmente cambios en los componentes de la flora de sabanas y selvas. Un interés particular merecen las selvas húmedas, extraordinariamente variadas y ricas en especies y formas de vida, que se extienden hacia los límites orientales del Parque en la Sierra de Lema, situada cerca de los sitios denominados La Escalera y Salto Danta. Allí viven un sin número de especies arbóreas, arbustos y epífitas, con muchas orquídeas, cuya distribución está limitada a estas áreas del Parque no encontrándose en el resto de Venezuela.
En las cumbres del Auyán-tepui y del Macizo del Chimantá, dos de los tepuis más grandes del Parque Nacional Canaima, existen varios géneros de plantas que no crecen en ninguna otra parte del mundo. Entre estos géneros se pueden mencionar Ayensua, perteneciente a la familia de las Bromeliáceas, Tepuia de las Ericáceas, Mallophyton de las Melastomatáceas, Coryphthamnus, Aphanocarpus de las Rubiáceas y Chimantaea y Achonopogon de las Compuestas. Además, varios cientos de especies pertenecientes a otros géneros viven en el Parque Nacional Canaima y llegan a alturas entre los 1.800 y los 2.600 m. Muchas de las especies más raras son encontradas solamente sobre formaciones abiertas expuestas de arenisca, mientras que en sitios sombreados y protegidos debajo de los peñascos y en pequeñas cavidades, se consiguen heléchos exóticos de los géneros Pterozonium y Hymenophyllopsis.
🏕 Especies animales del Parque Nacional Canaima
La fauna de este Parque se caracteriza por su variedad y cantidad. Entre los mamíferos hay que destacar cinco especies amenazadas de extinción que se encuentran incluidas en las listas del Libro Rojo publicado por la U.I.C.N., como son el oso hormiguero gigante u oso palmero, el armadillo gigante, el perro de agua grande o nutria gigante amazónica, el jaguar o tigre americano y el ocelote o cunaguaro manigordo. Las enormes extensiones protegidas de Canaima son una garantía para la supervivencia de estas especies. Se destacan igualmente la pereza de tres dedos, la ardilla o ardita guayanesa, la rata espinosa terrestre o casiragua, el picure común de grupa rojiza, la lapa, el chigüire, el puercoespín común, el zorro cangrejero, el perro de monte, la comadreja, el puma, la danta o tapir, el báquiro careto y el venado matacán rojizo. Los monos más comunes en las masasboscosas de Canaima pertenecen todos a la familia de los Cébidos y entre ellos encontramos el mono de noche o cara rayada, el araguato, el mono viuda y el mono machín.
La avifauna del Parque es muy variada. Cada uno de los biotopos de Canaima tiene sus aves características. Entre las más bellas y espectaculares de esta región natural están el gallito de las rocas, el campanero, el sie te colores, el moriche, el violinero, el pájaro capuchino, el cristofué, el piapoco, el guacamayo rojo, la reinita, el rey zamuro y el limpiacasa.
Los vertebrados de sangre fría están representados por los reptiles, entre ellos la baba de hocico liso, la iguana, el morrocoy selvático, el camaleón sabanero, el tuqueque y el cotejo. Numerosas serpientes viven tanto en la sabana como en las selvas y en las proximidades de los recursos fluviales. En Canaima también se encuentra la viejita o culebfa cieguita acostumbrada a vivir bajo tierra. Asimismo, la falsa coral, la tragavenado, la gigantesca culebra de agua o anaconda, la coral de agua o sopera y la bejuca lora oriental. Entre las más venenosas hay que destacar a la mayor de las víboras del nuevo mundo, la cuaima pifia, la mapanare de Bolivia y la cascabel. Numerosas especies de ranas y sapos viven en las proximidades de los cursos de agua y zonas húmedas del Parque Nacional, cuya cita haría interminable esta relación.
🏕 Cómo llegar al Parque Nacional Canaima
El acceso al Parque por lo general se realiza por vía aérea. Encontramos tres aeropuertos principales, Canaima, Luepa y Santa Elena de Uairén. También existen pistas para aterrizaje de avionetas en Kavanayen, Kamarata, Uonken y en otros pequeños centros indígenas localizados dentro del Parque.
El sector oriental del Parque está atravesado en sentido Norte-Sur por la carretera El Dorado-Santa Elena de Uairén, que llega a la frontera con Brasil. De ella parte un ramal en el sitio conocido como La Ciudadela, a la altura del aeropuerto de Luepa, que conduce a Parupa y a la Misión de Kavanayen. Estas vialidades son de tierra y permiten conocer ampliamente el sector de la Gran Sabana.
Además de los accesos aéreos y terrestres, el Parque Nacional Canaima puede ser recorrido utilizando varias de las numerosas vías fluviales donde es posible la navegación en tramos más o menos largos.
🏕 Lugares de interés del Parque Nacional Canaima
Desde el punto de vista recreativo, dada su ubicación geográfica y gran extensión, el Parque Nacional Canaima ofrece al visitante una amplia gama de posibilidades de esparcimiento al aire libre en ambientes auténticamente naturales, donde predominan la cultura indígena y las características del medio apenas modificadas por el hombre. Es tal la extensión de este Parque y tantos biotopos diferentes, que siempre existe posibilidad de descubrir algo nuevo. Para realizar la excursión fluvial al Salto Angel (Kerepakupai Merú), por ejemplo, se necesita un mínimo de tres días, y el ascenso a la cumbre del Monte Roraima requiere otro tanto. No obstante, existen oportunidades y sitios de gran belleza más accesibles como la Misión Franciscana de Kavanayen, los saltos de Aponwao y Kamá-merú y la Laguna de Canaima.
En el sector de la Laguna de Canaima existen instalaciones e infraestructuras hoteleras que prestan servicios al excursionista. En las misiones de Kavanayen y Kama rata también se encuentran facilidades, limitadas, para el alojamiento de visitantes.
El recorrido hacia el Sur desde El Dorado, es un atractivo para los amantes de la naturaleza. Atraviesa una región selvática prácticamente deshabitada en la que el viajero siente realmente la sensación de hallarse en una zona desconocida, alejada del mundo civilizado. A corta distancia del parador ubicado a la altura del kilómetro 88 está la Piedra de la Virgen, donde comienza el Parque y el ascenso de la empinada cuesta de La Escalera, un recorrido escénico de montaña cuya construcción fue muy penosa por lo difícil del terreno. La ruta lleva sucesivamente hasta La Ciudadela (un campamento militar), al Paso del río Kamá, donde se encuentra la preciosa catarata Kamá-merú. Luego encontramos el poblado de San Ignacio, el Paso del rio Yuruani y el Paso del río Caroní, sitio en el que se cruza el lindero sureste del Parque. Es éste un recorrido muy aconsejable por la calidad de los panoramas, los pasos de los ríos, el color cobrizo de sus aguas, los grandes tepuis como el Roraima y el Irú-tepui, los contrastes de las ralas y amarillentas coberturas herbáceas con los escasos relictos de vegetación boscosa y la presencia de asentamientos indígenas.
El Parque Nacional Canaima, único en su género, reúne múltiples biotopos y una enorme variedad de fauna y flores que constituyen, sin lugar a dudas, una de las áreas naturales más importantes no sólo de Venezuela sino de todo el continente americano.